Explore el Palacio Sumergido
La mundialmente famosa Mezquita Azul es, sin duda, el lugar más emblemático de Estambul (y eso que muchos se disputan esa distinción). Recibe su sobrenombre por los impresionantes azulejos azules pintados a mano que embellecen su interior. Su nombre oficial es mezquita del Sultán Ahmed, ya que fue el propio sultán Ahmed I quien mandó erigirla cuando contaba con solo 20 años. El sultán está enterrado en ella.
Pero la Mezquita Azul no es el único tesoro del distrito de Sultanahmet.
Cruzaremos la plaza para descubrir Hagia Sophia: la basílica de Santa Sofía, todo un símbolo de Constantinopla, la actual Estambul.
La iglesia bizantina de la Sabiduría Divina de Dios fue la catedral ortodoxa de Constantinopla. Tras la conquista otomana, la iglesia se reconvirtió en mezquita y, en 1934, se instaló en ella un museo.
Tras la visita a Santa Sofía, descubriremos el Estambul que se oculta bajo nuestros pies. La cisterna de Filoxeno, o Palacio Sumergido, se construyó en el año 535 como depósito de agua del emperador Justiniano.
Cuenta con 338 columnas de mármol dóricas, jónicas y corintias, algunas de nueve metros de altura. Al final de la cámara encontraremos dos basas de columnas con la cabeza de Medusa, una criatura alada mitológica que, en lugar de cabello, tenía serpientes venenosas. Una fascinante mirada al pasado de una ciudad que, tanto a simple vista como bajo tierra, es realmente incomparable. Este itinerario incluye una suave excursión a pie; contacte con nosotros para obtener más información.