Consejos para la excursión a las casas adosadas
Cada paso que damos en la antigua Éfeso nos acerca a los tiempos griegos, romanos y paleocristianos. Podrá disfrutar de una experiencia verdaderamente excepcional en una de las ciudades clásicas más importantes y completas de Europa, de la que solo se ha excavado una pequeña parte.
Cruzaremos la puerta de Magnesia y pasearemos por el ágora, el odeón, la magnífica y restaurada biblioteca de Celso, la vía de los Curetes, pavimentada en mármol, los baños de Escolástica, el gran teatro, la fuente de Trajano, las residencias de los patricios, el pritaneo y el templo de Adriano.
Frente al templo de Adriano, a los pies del monte Bulbul y la parte sin excavar del yacimiento, protegidas del calor y los elementos naturales, se encuentran las casas de Coresus o casas adosadas,
que servían como residencia de las familias acaudaladas de Éfeso. La conservación de estas villas, sobre todo las decoraciones interiores, es excelente. Las casas más antiguas desenterradas hasta la fecha datan del siglo I a. C. Disponían de dos plantas, agua caliente y fría e incluso sistema de calefacción mediante cañerías de arcilla que circulaban bajo el suelo. Estas viviendas se construyeron siguiendo un plan urbanístico en el que las calles se cruzaban en ángulos rectos.
Éfeso, que llegó a ser la segunda mayor ciudad del Imperio romano, estaba dedicada a la diosa Artemisa. El magnífico templo erigido en su honor tardó 120 años en construirse. Es una de las siete maravillas del mundo antiguo, desaparecidas largo tiempo atrás.
En nuestra excursión también dispondrá de tiempo libre para curiosear y comprar alfombras, recuerdos, joyas, cuero y otros productos típicos.