Un bastión de la historia
La ciudad de Filipos, con vistas a la bahía y la llanura costera de Kavala, fue clave para el desarrollo de distintos imperios. Aquí fue donde el rey Filipo II de Macedonia celebró su éxito en las cercanas minas de oro, rebautizando con su nombre el asentamiento conquistado. Fue también aquí donde Roma se convirtió en un auténtico imperio, cuando los asesinos republicanos de Julio César se enfrentaron por última vez a Marco Antonio y Octavio César. El resultado fue una abrumadora derrota.
Descubriremos el enclave arqueológico de la ciudad en la visita guiada, y pasearemos por las ruinas excelentemente conservadas del foro romano, las basílicas paleocristianas y el teatro. También conoceremos el lado más prosaico de la vida antigua en los baños públicos, las letrinas y los gimnasios.
El apóstol Pablo recaló en Filipos durante su primera misión. Su guía es toda una fuente de conocimiento sobre el tema. Veremos dónde predicó, la cárcel en la que estuvo encerrado y, tras un corto viaje en autobús, el baptisterio de Santa Lidia, el lugar donde, según se dice, practicó la primera conversión de Europa. Los viajeros suelen decirnos que, aunque hayan pasado miles de años, aún se puede sentir el aura sagrada del lugar.
Tiempo libre para explorar Kavala
De regreso a Kavala, tendremos algo de tiempo libre. Podrá aprovecharlo para pasear, ir de compras o disfrutar de la gastronomía local. Dé una vuelta por el paseo marítimo o deguste un aperitivo local y un vaso de ouzo. Esta ciudad costera en las faldas del monte Symvolo es todo un espectáculo para la vista.