Café, dulces y vistas
Atenas es la capital del mundo antiguo. San Pablo predicaba en la colina de Ares, cerca de la Acrópolis, y el antiguo ágora era uno de sus muchos lugares de reunión.
Viajaremos siguiendo sus pasos hasta Corinto, donde podremos admirar y fotografiar la increíble obra de ingeniería que es el canal de Corinto. Allí disfrutaremos de sus impresionantes vistas. Construido entre 1881 y 1893, este canal de 6,5 kilómetros atraviesa el istmo de Corinto siguiendo la línea de la construcción planificada en tiempos de los romanos.
El canal mide 20 metros de ancho y 52 metros de alto, y tiene 8 metros de profundidad. Nos dirigiremos a la antigua ciudad de Corinto, en la que san Pablo vivió, predicó y escribió hacia los años 50 y 52 d. C., y visitaremos distintos lugares relacionados con su estancia. San Pablo fundó una iglesia y escribió dos epístolas a los corintios.
Durante el siglo VI a. C., Corinto fue una de las ciudades más ricas de Grecia. Ubicada en el extremo noreste del Peloponeso y a la entrada del golfo de Corinto, la ciudad controlaba el estrecho istmo y los dos mares que la rodeaban. Las excavaciones, que comenzaron en 1896 y aún continúan, revelaron el templo de Apolo y diversas ruinas romanas.
Pablo pasó 18 meses en la ciudad antes de que los judíos lo acusaran de quebrantar la ley y lo presentaran en la bema, el juzgado de la ciudad, ante el procónsul Galión, quien desestimó los cargos.
En Corinto, Pablo conoció a Priscila y a Aquila, judíos expulsados de Roma por el emperador Claudio, que se convirtieron en sus leales seguidores.
Los tres se dedicaron a elaborar tiendas y trabajar el cuero, y se establecieron comercialmente en el mercado de la ciudad, el ágora.
Así, Pablo tuvo muchas oportunidades de hablar con clientes y transeúntes sobre la resurrección de Cristo.
Los tres partieron hacia Éfeso para continuar su trabajo como misioneros.
No se cruza el canal en barco.